Diseñar un producto de éxito no es tarea fácil, pero muchas veces de las necesidades surgen las mejores ideas y, sin duda, los ejemplos que a continuación se mencionan son una buena muestra de ideas de negocio peculiares que tuvieron un gran éxito en el mercado cuando se basaron en una necesidad real.
Una gran idea debe ir acompañada de un detallado plan estratégico para poder definir así el porqué del producto, a quien va dirigido, cómo se va a presentar al exterior, su presencia en redes sociales, la propuesta de valor, etc. Si construimos los cimientos desde el inicio, cada decisión tendrá un porqué y un objetivo que a su vez permitirá medir los resultados y optimizar nuestro plan de acción en función de ellos.
Ideas de negocio peculiares
1. DELL
Allá por los años 80 Michael Dell se percató de que el elevado coste de los ordenadores se debía a la presencia de intermediarios. Es entonces cuando pensó que, si creaba una empresa en la que ellos mismos fueran quienes montaran y vendieran los productos de manera directa, los precios se reducirían. Tanto fue su éxito que en 1985 DELL vendía ordenadores por valor de 70 millones de dólares y en 2001 logró alcanzar el título de mayor vendedor de PCs a nivel mundial.
Las claves de que la compañía gustase tanto entre el consumidor eran que ofrecía la posibilidad de personalizar los productos, la atención post-venta orientada al cliente era sumamente buena y los precios eran realmente competitivos comparados con el resto de proveedores de material informáticos.
Por lo tanto, cuentan con un elemento realmente diferenciador, una atención posventa cuidada que no todas las marcas ofrecían en ese momento y unos precios que le permitían posicionarse progresivamente en el mercado.
2. POST-IT
Sin duda, una de las ideas de negocio peculiares que ha marcado la vida de muchos estudiantes y trabajadores de oficina. Un científico de la empresa 3M llamado Spencer Silver se puso a desarrollar un nuevo tipo de pegamento para ser utilizado en la industria aeronáutica. La intención era la de obtener un producto sumamente fuerte y resistente, pero los experimentos de Silver terminaron por llevarle a desarrollar un pegamento muy débil. Los objetos que intentaba juntar se separaban con facilidad. Lo bueno es que no dejaban ninguna muestra de residuos y, además, podía ser reutilizado.
Unos años más tarde, un compañero de trabajo había asistido a sus clases de canto en el coro de la Iglesia y estaba cansado de que se le cayeran los papeles con los que marcaba las páginas en su libro de cánticos. Fue entonces cuando recordó aquel pegamento que Spencer Silver había creado hacía un tiempo y se puso a mejorar la idea y definir el producto. La idea fue aceptada por 3M, que decidió comercializar los Post-It en los años 80 logrando así alcanzar los grandes volúmenes de ventas que hoy tienen.
3. LASERMONKS, CARTUCHOS DE TINTA RECARGABLES
El padre McCoy, un monje que vivía en un monasterio en las montañas de Monroe County (EEUU) tras observar que cada vez que se le terminaba la tinta de su impresora no encontraba ningún lugar en el que le ofrecieran cartuchos a un precio razonable, decidió crear junto a los otros monjes un negocio en el que ellos mismos fabricarían la tinta para recargar los cartuchos ya existentes y dedicar el dinero que generasen con su negocio a varias causas.
El primer año solamente lograron facturar 1.800 euros aproximadamente, pero en 2005 la facturación de LaserMonks se elevó hasta los 2,3 millones de euros. En la actualidad la empresa ya no se encuentra operativa, pero sin lugar a dudas es un ejemplo de emprendimiento curioso que obtuvo éxito.
4. CUBREPAÑALES
Marion Donovan, ama de casa y madre de tres bebés, se veía superada en infinidad de ocasiones por las tareas que debía desempeñar en el hogar. Fue entonces cuando se decidió a inventar un protector diseñado para evitar las pérdidas que ocasionaban los hasta entonces existentes pañales de tela. Para ello, cosió un protector utilizando tela de cortina de baño, pero el formato definitivo lo consiguió usando el mismo material con el que se fabricaban los paracaídas (impermeable, flexible y transpirable). Este protector fue bautizado por la propia Marion como «Boater» porque le recordaba a la forma de un barco (Boat en inglés).
Tras las pruebas el prototipo arrojó unos resultados excelentes. Se comercializó por primera vez en 1949 con gran éxito de ventas. Los bebés ya no presentaban reacciones cutáneas, además eran sencillos de lavar y las sábanas y la ropa del bebé ya no se mojaban ni ensuciaban. A pesar de la practicidad del producto ninguna empresa mostró interés en comercializarlo, por lo que Marion apostó por su idea y creó su propia empresa mediante la cual ofreció el producto a grandes almacenes de Nueva York. Dos años después consiguió las cuatro patentes que había necesitado para fabricarlo y vendió los derechos de comercialización a la empresa Keko Corporation por un millón de dólares.
5. JUGUETE MUELLE/SLINKY
Una de las ideas de negocio peculiares más famosa es el Slinky. Un ingeniero mecánico llegó a desarrollar este invento por accidente. En el año 1943 trataba de diseñar un sistema de suspensión de muelles para poder estabilizar los barcos de guerra en los mares con fuerte oleaje. Un día, se cayó por casualidad de una estantería uno de esos muelles y observó como la forma en que iba bajando las baldas resultaba curiosa.
El material elegido en sus inicios fue metal, con 20 metros de longitud, aplanado y hecho una bobina. Desde el año 1945, James Industries ha fabricado más de 250 millones del famoso muelle y han ido incorporando otros materiales como el plástico.
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